Toda historia humana es un lento ejercicio de paciencia: del niño para crecer, de los amantes para encontrarse, de la naturaleza para dar sus frutos o de las palabras para tomar forma. Caracterizado por la velocidad, la prisa, el ímpetu de nuestros gestos o la rápida sucesión de los acontecimientos, el nuestro parece un tiempo inhóspito para practicar la paciencia.
Así que, en la época de la impaciencia, la paciencia puede pasar de mera actitud a ser una cualidad moral consistente en cuidar: cuidar a los demás, cuidar las cosas, cuidarse a uno mismo.
Q175.00
GÉNERO: Desarrollo Personal
CÓDIGO DE BARRAS: 9788416605484
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